Ciclo Integral del Agua

El Ciclo integral del Agua es el recorrido realizado por el agua desde que se capta en estado bruto en la Naturaleza, hasta su disponibilidad potabilizada en nuestros hogares y, cerrándolo en sentido inverso, el que realiza el agua para reintegrarse convenientemente depurada a la Naturaleza.

El compromiso y la responsabilidad del Aigües de Sagunt radica en su rigor para preservar, administrar y acrecentar unos recursos en agua dulce que no son inagotables.

¿Cómo se realiza el Ciclo Integral del Agua?

El proceso de potabilización no tiene lugar necesariamente cerca de la ciudad o población abastecida, de manera que el agua potable ha de ser bombeada a través de grandes tuberías hasta llegar a su destino. A esta fase se le llama Aducción.

Ya en la población, el agua se distribuye a través de una serie de tuberías de distinto tamaño o diámetro, de manera que llegue a cada punto de suministro la presión y la cantidad necesaria. A lo largo de la red hay elementos de control, de seguridad, de desinfección y de impulsión que garantizan de forma activa la mejor distribución del agua.

La red de distribución acaba en cada una de las entradas a los edificios abastecidos. A estos tubos de entrada se les llama acometidas. El mantenimiento de la red de distribución en óptimas condiciones de operación es el reto diario de las empresas de abastecimiento de agua.

Una vez ya consumida, el agua residual se canaliza a través de redes de alcantarillado y colectores de saneamiento hasta las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales, que las reintegran nuevamente a arroyos, ríos, al mar y a medios receptores en general, hasta completar el ciclo con garantías.

Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales realizan en un reducido espacio la labor de depuración que la Naturaleza lleva a cabo normalmente en los ríos y mares. Esta función la realizan además tratando caudales mucho mayores de los que la capacidad de depuración de la Naturaleza podría tratar. Procesos físicos, químicos y biológicos se combinan para dejar el agua tratada en condiciones tales que no resulte peligroso para el hombre ni nocivo para la Naturaleza su vertido a un cauce o al mar.

La incorporación de nuevas tecnologías y la recuperación de los residuos producidos, llamados "fangos" son objetivos medioambientales para los operadores de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales.